martes, 27 de diciembre de 2016

La primera figura - Entonces y ahora.


La primera pieza para mi colección no podía ser otra. La que siempre fue y será mi preferida por varios motivos. El primer motivo es que fue la primera figura de mi colección original y uno de mis personajes favoritos de la serie. El segundo es que me la compró mi abuela, que falleció este año, y que es una de las personas más importantes de mi vida.

Nos situamos allá por el año 88, cuando apenas acababan de llegar a las jugueterías. Yo aún jugaba con mis Star Wars y cada vez que acompañaba a mi abuela de tiendas por el centro intentaba  que, a cambio de tan aburrido paseo, me regalara algún juguetillo por acompañarla. Así que en algún momento de aquella tarde de invierno (incluso recuerdo que ya había anochecido) acabamos entrando en una juguetería a echar un vistazo. Yo directamente me fui al repositorio de muñecos de la guerra de las galaxias, pero allí al lado había un nuevo repositorio de figuras nuevas, de las que apenas había oído hablar, excepto por el nombre, el cual había visto en algunos tebeos en el quiosco, pero al que apenas había prestado atención, pues en lo referente a comics, los que me gustaban eran los de superhéroes.

La verdad es que la primera impresión que tuve no fue buena. Eran un montón de muñecos de los cuales no conocía el trasfondo ni la historia, como sí conocía la de los star wars. Además me parecieron bastante dispares, como si no guardaran ninguna relación unos con otros, e incluso algunos se me antojaban bastante feos, por lo que estuve a punto de ignorarlos y buscar un nuevo star wars para mi colección. Pero en el último momento uno de ellos capto mi atención. Era una enigmática figura vestida de negro. Lo misterioso del personaje me cautivó al instante. Lo que me llevo a descolgar el blíster y a escrutarlo. Lo siguiente que llamó mi atención era la cantidad de accesorios que traía en comparación con los star wars. Una mochila, una “pistola” chulísima con una forma que no había visto antes (luego descubrí que se trataba de una UZI), una espada, ¡Y hasta un lobo!

 

Emocionado le di la vuelta al blíster y vi que contenía una especie de ficha militar con la descripción del personaje. La leí interesadísimo y lo flipé… ¡Además era un ninja! – ¡Qué bien sabían en aquella época lo que queríamos los niños!

 

Finalmente, y no sin cierta sensación de culpabilidad, decidí serle infiel a los star wars y escoger el que sería el primer muñeco de mi colección de g.i.joe. Allí mismo, donde tiempo atrás y en unas condiciones similares había escogido a Han Solo Bespin, se cerraba el ciclo Star Wars y comenzaba la etapa G.I. JOE

Aquella misma noche Ojos de Serpiente sería adoptado por los star wars y correría sus primeras aventuras esquivando disparos sobre la mesilla de noche.

A los pocos días, conseguí ahorrar unas pesetillas que me daban como propina por echar una mano con las tareas domésticas, y me fui corriendo al quiosco con la esperanza de hacerme con alguno de los comics que había visto anteriormente. ¡Necesitaba saber más de misterioso ninja y su lobo mascota!

 

Y así fue como compré el primer número de G.I.Joe de comics fórum. Más concretamente el número 8 por 150 pesetillas de la época. Y aunque no tenía mucho protagonismo, allí estaba Ojos de Serpiente del que no pude averiguar mucho, pero sí un par de detalles importante. El personaje era mudo, o por cualquier motivo no pronunciaba ni una sola palabra en todo el tebeo. Y además parecía que no estaba dispuesto a desvelar su identidad y quitarse la máscara bajo ninguna circunstancia. No era mucho para empezar, pero me releía el comic una y otra vez y empezaba a familiarizarme con el resto de personajes los cuales intentaría conseguir (pobre de mí) lo antes posible.

Una de las primeras cosas que me llamó la atención era que el atuendo de Ojos de Serpiente no coincidía con el de la figura. Durante mucho tiempo pensé equivocadamente que se trataba de una falta de responsabilidad del dibujante, que prefería dibujar una versión sencilla del personaje, en vez de dotarla con todo el detalle del juguete.

Respecto al resto de personajes, poco tiempo después descubrí que la mayoría de ellos no estaban disponibles en nuestro país, y me pasaba las horas mirando catálogos donde venían otros muñecos que sí aparecían en los comics y que al parecer sí se vendían en otros países.

En el mismo comic, número 8 de la colección aparecía el siguiente anuncio publicitario:

 
Ahí estaba mi querido Ojos de Serpiente, acompañado de KUNG FU y de un tal HANK que no se parecía en nada al Hank que había en las jugueterías (puesto que ni se trataba de Hank, ni se vendía aquella figura en nuestro país), y mucho menos al que salía en el comic . Y es que como descubriríamos años más tardes los aficionados, MB España la lio “bien parda” en su edición Española de la colección, volviéndonos locos con sus traducciones, y privándonos de algunas de las figuras más carismáticas de la serie.

Y esto es todo hasta la próxima entrega, en la que seguramente no tenga tanto que contar como en esta, que sin duda, por lo especial, lo merecía.

Yo JOE!!!

 

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